LAS REALIDADES CON LAS NORMATIVAS EN LA EDUCACÓN SUPERIOR, ¿PORQUE NO LOGRAN EL EFECTO ESPERADO?.
Las realidades que en la educación superior, dejan clara evidencia del porque no logran su efecto.
Es innegable que producto de la inestabilidad en la política educativa y en los ejes canalizadores y ejecutores en el servicio de la educación, se deriva una serie de efectos que tributan a no tener mejores logros en el desempeño del sistema educativo, para la educación superior en Colombia.
1. La diversidad y periodicidad, en la expedición normativa. Tenemos una realidad y consiste en la riqueza de expedición de normativas, que no solo dan cabida a no lograrse su buena asimilación o comprensión; sino también a crear los riesgos de desconocimiento por parte del usuario final. Y si a lo anterior le sumamos, que no en todos los casos se derogan otras normativas, que ocasionan ambigüedad para su aplicación; podríamos decir entonces que en nuestro sistema educativo, esta es una amenaza importante y latente, que solo con años de madurez y estabilidad en la expedición de normas en este tema, se lograría los verdaderos y suficiente impacto.
2. La alta rotación de cargos en el gabinete administrativo. El sistema político en Colombia le tributa en gran medida a este aspecto, pero no es solo lo que implica la rotación en funcionarios, sino los que llegan a ocupar dichas plazas; lo que implica en retraso, por los tiempos que de inducción o la falencia de estos, y la madurez en la asimilación de lo respectivo, a tal punto o momento que den pinos de los cambios, transformaciones o buenas prácticas producto del ejercicio profesional y gestión a cargo. 3. Las formas de dar a conocer la política educativa y la misma pedagogía aplicada que realmente pudiera garantizar la comprensión de todos los públicos interesados. Estamos en un circulo vicioso: la norma las elaboran unas comisiones (académicos/gabinete), al divulgarse las conocen unos cuantos sectores (los pendientes de los cambios que puedan introducirse o generar), la aplicación es para otros públicos distintos (un usuario intermedio que está vinculado y en proceso de formación) y los efectos de todo este articulado, se refleja en otra población (el sector productivo o empleador). Pero esta es la parte benéfica, porque la realidad y la necesidad de que se conozca, se aproveche, se divulgue y se convierta en un motor transformador, es lograr llegar a todos los umbrales de las poblaciones, regiones y lugares del país, que con la mirada sesgada en muchos casos en la construcción de la política, el diseño de diagnósticos, aún no logra ni siquiera que quede inventariado, porque aún falta auscultar mucho más para tener el todo de las partes.
4. El sesgo que en el desarrollo de la política puede propiciarse, en virtud, que depende de la interpretación de cada uno; de la capacidad de redacción de los procesos, lineamientos y criterios, que en muchos casos se observa provienen de autoría que pueden requerir mayor documentación al respecto, cualificación en las formas y sentidos a los cuales debe responder la educación; y también a ciertos eventos de distracción de los recursos asignados, que impiden llegar al destino final.1. La diversidad y periodicidad, en la expedición normativa. Tenemos una realidad y consiste en la riqueza de expedición de normativas, que no solo dan cabida a no lograrse su buena asimilación o comprensión; sino también a crear los riesgos de desconocimiento por parte del usuario final. Y si a lo anterior le sumamos, que no en todos los casos se derogan otras normativas, que ocasionan ambigüedad para su aplicación; podríamos decir entonces que en nuestro sistema educativo, esta es una amenaza importante y latente, que solo con años de madurez y estabilidad en la expedición de normas en este tema, se lograría los verdaderos y suficiente impacto.
2. La alta rotación de cargos en el gabinete administrativo. El sistema político en Colombia le tributa en gran medida a este aspecto, pero no es solo lo que implica la rotación en funcionarios, sino los que llegan a ocupar dichas plazas; lo que implica en retraso, por los tiempos que de inducción o la falencia de estos, y la madurez en la asimilación de lo respectivo, a tal punto o momento que den pinos de los cambios, transformaciones o buenas prácticas producto del ejercicio profesional y gestión a cargo. 3. Las formas de dar a conocer la política educativa y la misma pedagogía aplicada que realmente pudiera garantizar la comprensión de todos los públicos interesados. Estamos en un circulo vicioso: la norma las elaboran unas comisiones (académicos/gabinete), al divulgarse las conocen unos cuantos sectores (los pendientes de los cambios que puedan introducirse o generar), la aplicación es para otros públicos distintos (un usuario intermedio que está vinculado y en proceso de formación) y los efectos de todo este articulado, se refleja en otra población (el sector productivo o empleador). Pero esta es la parte benéfica, porque la realidad y la necesidad de que se conozca, se aproveche, se divulgue y se convierta en un motor transformador, es lograr llegar a todos los umbrales de las poblaciones, regiones y lugares del país, que con la mirada sesgada en muchos casos en la construcción de la política, el diseño de diagnósticos, aún no logra ni siquiera que quede inventariado, porque aún falta auscultar mucho más para tener el todo de las partes.
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